Vol. XXIX Issue 1
Article 5

<!DOCTYPE html PUBLIC "-//W3C//DTD XHTML 1.0 Transitional//EN" "http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-transitional.dtd"><!-- [et_pb_line_break_holder] --><html xmlns="http://www.w3.org/1999/xhtml"><!-- [et_pb_line_break_holder] --><head><!-- [et_pb_line_break_holder] --><meta http-equiv="Content-Type" content="text/html; charset=iso-8859-1" /><!-- [et_pb_line_break_holder] --><title>Untitled Document</title><!-- [et_pb_line_break_holder] --></head><!-- [et_pb_line_break_holder] --><!-- [et_pb_line_break_holder] --><body><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="right"><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"><strong>ARTÍCULOS ORIGINALES</strong></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="4" face="Arial, Helvetica, sans-serif"><b>¿Funciona la ley de equilibrio de hardy-weinberg en <!-- [et_pb_line_break_holder] -->autopoliploides igual que en diploides?</b></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font face="Arial, Helvetica, sans-serif"><i><font size="3"><b>Does the hardy-weinberg law of equilibrium work in <!-- [et_pb_line_break_holder] --> autopolyploids as it does in diploids?</b></font></i></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p> </p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Núñez-Colín C.A.</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <font size="2">Programa de Biotecnología, Universidad de Guanajuato, Mutualismo 303, <!-- [et_pb_line_break_holder] --> Col. La Suiza, Celaya, Guanajuato, 38060, México.<br /><!-- [et_pb_line_break_holder] -->email: <a href="mailto:carlos.nunez@ugto.mx">carlos.nunez@ugto.mx</a></font></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Fecha de recepción</b>: 18/01/2017<br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> <b>Fecha de aceptación de versión final</b>: 17/05/2018</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><hr /><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif">RESUMEN</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> La ley del equilibrio Hardy-Weinberg es la piedra angular de la genética de poblaciones y la genética cuantitativa; sin embargo, para su cálculo<!-- [et_pb_line_break_holder] --> en autopoliploides hay que tener en cuenta que las frecuencias alélicas y gaméticas son diferentes, caso contrario que los diploides donde son iguales.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Esto ocasiona que el cálculo de esta fórmula deba hacerse con las frecuencias alélicas o las gaméticas basadas en las alélicas, de otra forma se puede<!-- [et_pb_line_break_holder] --> romper el equilibrio de la población y el sesgo que esto conlleva en cálculos de otras pruebas como los estadísticos F de Wright, la GST de Nei o<!-- [et_pb_line_break_holder] --> modelos bayesianos que se basan en los desequilibrios que presentan las poblaciones. Por eso este ensayo desarrolla los modelos de un locus con dos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> alelos en genotipos autotetraploides y autooctoploides para poder realizar una generalización de la ley del equilibrio en poblaciones autopoliploides.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Palabras clave</b>: Genética de poblaciones; Genética Cuantitativa; Cálculo de frecuencias genotípicas.<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"><b>ABSTRACT</b></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> The law of equilibrium Hardy-Weinberg is the cornerstone of the population genetics and of the quantitative genetics; however, for its<!-- [et_pb_line_break_holder] --> calculation in autopolyploids it is necessary take in account that the allelic and gametic frequencies are different, contrary to the diploids where<!-- [et_pb_line_break_holder] --> they are the same. This causes that the calculations must be done with the allelic frequencies or gametic based on allelic frequencies. Otherwise<!-- [et_pb_line_break_holder] --> the equilibrium is broken in the population and the bias that this entails in the calculation of other genetical test like Wright’s F statistics, the Nei’s<!-- [et_pb_line_break_holder] --> GST or Bayesian models that are based on the disequilibrium that populations show. That is why in this work they developed models of one locus<!-- [et_pb_line_break_holder] -->with two alleles in autotetraploid and autooctoploid genotypes to make a generalization of the law of equilibrium in autopolyploid populations.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Key words</b>: Population Genetics; Quantitative Genetics; Genotype frequencies calculation</font>.</p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><hr /><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p> </p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> INTRODUCCIÓN</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> La genética es la ciencia del siglo XX, que se origina con el redescubrimiento de las leyes de Mendel (De Vries, 1900;<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 1902; Correns, 1900), originalmente publicadas en 1866 (Mendel, 1866) y que a partir de este punto empieza su estudio,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> pasando por la Teoría cromosómica de Thomas Morgan (Morgan et al., 1915) que dio el sustento biológico a las mismas.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Sin embargo, la genética de poblaciones nace con un conocimiento muy especial al inicio de la genética como ciencia:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> la ley del equilibrio (Crow, 1988; 1999).<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Hardy (1908) y Weinberg (1908) de manera autónoma, lograron descifrar que el cuadrado de la suma de las frecuencias<!-- [et_pb_line_break_holder] --> alélicas daba como resultado la suma de las frecuencias genotípicas, y que las frecuencias genotípicas segregaban<!-- [et_pb_line_break_holder] --> exactamente las mismas frecuencias alélicas. No obstante, en un modelo diploide donde 2n=2x y los gametos son n=x,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> las frecuencias alélicas y gaméticas son idénticas debido a que hay un solo alelo por gameto (Haldane, 1930). Esto hace<!-- [et_pb_line_break_holder] --> que exista confusión sobre lo que se está calculando en estudios con marcadores moleculares si es que se está calculando<!-- [et_pb_line_break_holder] --> las frecuencias alélicas o gaméticas. En los autopoliploides estas son frecuencias diferentes, debido a que en el caso de<!-- [et_pb_line_break_holder] --> los autotetraploides tenemos genotipos 2n=4x que segregan gametos n=2x, los autohexaploides genotipos 2n=6x que<!-- [et_pb_line_break_holder] --> segregan gametos n=3x y los autooctoploides que presentan genotipos 2n=8x que segregan gametos n=4x y con sólo<!-- [et_pb_line_break_holder] --> dos alelos por locus generan un mayor número de gametos y genotipos (<a href="#tab1">Tabla 1</a>).<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><a name="tab1" id="tab1"></a></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Tabla 1</b>. Número de gametos y genotipos en modelos de dos alelos por locus<!-- [et_pb_line_break_holder] -->con diferentes niveles de ploidía.</font><br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05tab1.jpg" width="367" height="114" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Hoy en día la mayoría de los programas de análisis genético tienen programado la obtención de frecuencias alélicas<!-- [et_pb_line_break_holder] --> basadas en el modelo del equilibrio HW con dos alelos, principalmente para marcadores denominados dominantes como<!-- [et_pb_line_break_holder] --> los ISSR, RAPD, AFLP, entre otros (Yeh et al., 1999; Peakall y Smouse, 2012). No obstante, Dufresne et al. (2014) hacen<!-- [et_pb_line_break_holder] --> una revisión del estado del arte sobre análisis de poliploides y uno de los principales conflictos es que el cálculo de las<!-- [et_pb_line_break_holder] --> frecuencias alélicas es la adaptación del modelo diploide y no obtienen realmente frecuencias alélicas sino gaméticas,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> razón por la cual este ensayo tuvo como objetivo calcular el equilibrio Hardy-Weinberg (HW) en autopoliploides a<!-- [et_pb_line_break_holder] --> partir de frecuencias alélicas y de frecuencias gaméticas y poder conocer los posibles errores que se cometen con los<!-- [et_pb_line_break_holder] --> programas que calculan con unas u otras frecuencias; para hacerlo se utilizó el modelo de un locus con dos alelos con<!-- [et_pb_line_break_holder] --> genotipos autotetraploides (genotipos 2n=4x y gametos n=2x) y en genotipos autooctoploides (genotipos 2n=8x y<!-- [et_pb_line_break_holder] --> gametos n=4x). Hay que mencionar que estos cálculos son aplicables sólo para autopoliploides y deben omitirse aquellas<!-- [et_pb_line_break_holder] --> ploidías con polisomías. </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> EQUILIBRIO HW EN UN MODELO DIPLOIDE</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Numéricamente, el equilibrio HW se explica así en un modelo de un locus con dos alelos (A/a) en diploides, el alelo A<!-- [et_pb_line_break_holder] --> tiene una frecuencia de p (pA) y el alelo a una frecuencia de q (qa) sabiendo entonces que p+q= 1 entonces:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for1.jpg" width="213" height="23" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Es decir, la suma de estas frecuencias gaméticas al cuadrado es igual a la suma de las frecuencias genotípicas.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Al mismo tiempo sabemos que el genotipo AA sólo segrega gametos A al igual que el genotipo aa sólo segrega gametos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> a; mientras que el genotipo Aa segrega ½ de gametos con el alelo A y ½ con el alelo a, por tanto, para volver a obtener<!-- [et_pb_line_break_holder] --> la frecuencia del gameto con el alelo A se procede de la siguiente manera:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for2.jpg" width="371" height="32" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">De manera análoga se hace para el alelo a<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for3.jpg" width="364" height="26" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Lo que demuestra que en apareamiento aleatorio y en ausencia de mutación, migración o selección, las frecuencias<!-- [et_pb_line_break_holder] --> gaméticas, y por obvias razones las genotípicas, se mantienen de generación en generación y que sólo es necesario una<!-- [et_pb_line_break_holder] --> generación en apareamiento aleatorio para obtener el equilibrio.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> DESARROLLO DEL EQUILIBRIO HW EN UN MODELO AUTOTETRAPLOIDE</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> En un modelo autotetraploide de un locus con dos alelos (A/a) se pueden tener 5 genotipos diferentes: AAAA, AAAa,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> AAaa, Aaaa y aaaa y estos pueden segregar 3 gametos: AA, Aa y aa; en este sentido, se sigue la fórmula de la ley del<!-- [et_pb_line_break_holder] --> equilibrio Hardy-Weinberg (equilibrio HW) suponiendo frecuencias gaméticas de p1, p2 y p3, respectivamente, se obtiene<!-- [et_pb_line_break_holder] --> lo siguiente:<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for4.jpg" width="467" height="21" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Como puede notarse existen dos combinaciones gaméticas que expresan el mismo genotipo: AA x aa y Aa x Aa dan<!-- [et_pb_line_break_holder] --> como resultado el genotipo AAaa por lo que la expresión se reduce a<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for5.jpg" width="444" height="21" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Ahora, los genotipos AAAA y aaaa sólo segregan gametos AA y aa, respectivamente; mientras que los otros tres genotipos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> pueden generar dos o los tres gametos por lo que se segregarán de acuerdo a sus combinaciones de 4 en 2,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for6.jpg" width="239" height="46" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Es decir, existen seis combinaciones, y si a cada genotipo se numera de acuerdo a sus combinaciones dará como resultado<!-- [et_pb_line_break_holder] --> la frecuencia con la que segrega cada uno de los gametos (<a href="#tab2">Tabla 2</a>).</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><a name="tab2" id="tab2"></a></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Tabla 2</b>. Combinaciones gaméticas de genotipos tetraploides.</font><br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> <img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05tab2.jpg" width="306" height="153" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Lo que se traduce que el genotipo AAAA segrega sólo gametos AA, mismo caso de aaaa que sólo segrega gametos aa,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> mientras que el genotipo AAAa segrega ½ de gametos AA y ½ de gametos Aa y de manera análoga el genotipo Aaaa<!-- [et_pb_line_break_holder] --> segrega ½ de gametos Aa y ½ de gametos aa. Sin embargo, el genotipo AAaa segrega de gametos AA, ⅔ de gametos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Aa y de gametos aa.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> Los gametos parecen estar en equilibrio como podemos constatarlo en la <a href="#tab2">Tabla 2</a>; sin embargo, al comprobar la frecuencia<!-- [et_pb_line_break_holder] --> del gameto AA, ésta estaría calculada de la siguiente forma: </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for7.jpg" width="338" height="55" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> De manera análoga para el gameto Aa resulta</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for8.jpg" width="390" height="63" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Y finalmente para el gameto aa resulta</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for9.jpg" width="380" height="67" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Por lo que existe una desviación del equilibrio de del cual se resta del gameto heteroalélico y se<!-- [et_pb_line_break_holder] --> suma la mitad de este factor a cada uno de los gametos homoalélicos.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> Si vemos a este sistema desde la perspectiva de la frecuencia alélica, es decir, si vemos la frecuencia de pA y qa en el<!-- [et_pb_line_break_holder] -->modelo autotetraploide (genotipos 2n=4x y gametos n=2x) tenemos lo siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for10.jpg" width="337" height="57" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Si seguimos el mismo principio para la asignación de las frecuencias gaméticas en base a las frecuencias alélicas de la<!-- [et_pb_line_break_holder] --> siguiente generación, se tiene para el caso del gameto AA lo siguiente:<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for11.jpg" width="419" height="44" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Para el gameto Aa se deriva de la siguiente manera:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for12.jpg" width="468" height="40" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Finalmente, para el gameto aa resulta lo siguiente: </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for13.jpg" width="492" height="43" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Es decir, se mantiene el equilibrio siempre y cuando se utilicen las frecuencias gaméticas basadas en las frecuencias alélicas<!-- [et_pb_line_break_holder] --> y también las frecuencias alélicas se mantienen en equilibrio considerando que el genotipo AAAA tiene sólo alelos A y<!-- [et_pb_line_break_holder] --> aaaa tiene sólo alelos a, mientras que el genotipo AAAa tiene ¾ del alelo A y ¼ del alelo a y Aaaa tiene ¼ del alelo A y<!-- [et_pb_line_break_holder] --> ¾ del alelo a y finalmente el genotipo AAaa tiene ½ de cada uno de los alelos.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Por tanto, el cálculo de la frecuencia alélica para el alelo A es el siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for14.jpg" width="462" height="42" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> De manera análoga para el cálculo de la frecuencia del alelo a es la siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for15.jpg" width="458" height="42" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Es decir, el equilibrio alélico, gamético y genotípico se mantiene siempre y cuando se estén utilizando las frecuencias<!-- [et_pb_line_break_holder] --> gaméticas basadas en las frecuencias alélicas. De otra forma se estaría extrapolando un modelo diploide de un locus con<!-- [et_pb_line_break_holder] --> alelos múltiples y con su obvio desequilibrio HW que eso conlleva.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> DESARROLLO DEL EQUILIBRIO HW EN UN MODELO AUTOOCTOPLOIDE</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> En un modelo autooctoploide de un locus con dos alelos (A/a) se pueden tener 9 genotipos diferentes: AAAAAAAA,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> AAAAAAAa, AAAAAAaa, AAAAAaaa, AAAAaaaa, AAAaaaaa, AAaaaaaa, Aaaaaaaa y aaaaaaaa y estos pueden segregar<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 5 gametos: AAAA, AAAa, AAaa, Aaaa y aaaa; en este sentido, y al igual que en modelo autotetraploide; se sigue la fórmula<!-- [et_pb_line_break_holder] --> de la ley del equilibrio HW suponiendo frecuencias gaméticas p1, p2, p3, p4 y p5, respectivamente, se obtiene lo siguiente:<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for16.jpg" width="447" height="75" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Como puede notarse en este modelo existen varias combinaciones gaméticas que expresan el mismo genotipo:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> AAAa x AAAa y AAAA x AAaa dan como resultado AAAAAAaa; AAAA x Aaaa y AAAa x AAaa dan como resultado<!-- [et_pb_line_break_holder] --> AAAAAaaa; AAAA x aaaa, AAAa x Aaaa y AAaa x AAaa dan como resultado AAAAaaaa; AAAa x aaaa y AAaa x Aaaa<!-- [et_pb_line_break_holder] --> dan como resultado AAAaaaaa, y finalmente, AAaa x aaaa y Aaaa x Aaaa dan como resultado AAaaaaaa.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Al igual que en el caso del modelo autotetraploide, los genotipos AAAAAAAA y aaaaaaaa sólo segregan gametos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> AAAA y aaaa, respectivamente, los otros genotipos pueden segregar dos o más de los cinco gametos posibles<!-- [et_pb_line_break_holder] --> por lo que en este modelo los gametos de cada genotipo se pueden obtener con las combinaciones posibles.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for17.jpg" width="321" height="49" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Por lo que se muestra en la <a href="#tab3">Tabla 3</a> las frecuencias con la que se manifiesta cada gameto en cada genotipo en este modelo<!-- [et_pb_line_break_holder] --> autooctoploide. </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><a name="tab3" id="tab3"></a></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Tabla 3</b>. Proporción de la segregación de gametos a partir de genotipos octoploides en<!-- [et_pb_line_break_holder] -->un modelo de un locus con dos alelos.</font><br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> De manera análoga para el gameto AAAase deriva de la siguiente manera:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for18.jpg" width="471" height="160" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Por tanto, para obtener la frecuencia gamética del gameto AAAA se obtiene de la siguiente manera:<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for19.jpg" width="497" height="200" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Para obtener la frecuencia del gameto AAaa resulta lo siguiente:<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for20.jpg" width="487" height="204" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Mientras que para obtener la frecuencia del gameto Aaaa se obtiene de la siguiente manera:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for21.jpg" width="493" height="208" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Finalmente, la frecuencia del gameto aaaa se deriva de la siguiente manera: </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for22.jpg" width="487" height="191" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Por lo que puede notarse el desbalance es bastante fuerte y complicado en los gametos e involucran todos los valores<!-- [et_pb_line_break_holder] --> del equilibrio, principalmente los términos de los dobles productos y al menos dos términos al cuadrado; no obstante,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> cuando se suman todos los gametos esos desbalances se cancelan y al igual que en el caso del modelo autotetraploide hay<!-- [et_pb_line_break_holder] --> desequilibrios que un gameto gana y es la suma de lo que pierden uno, dos o más gametos o viceversa uno pierde y los<!-- [et_pb_line_break_holder] --> otros gametos ganan una proporción de esos desequilibrios (<a href="#tab4">Tabla 4</a>).<!-- [et_pb_line_break_holder] --></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><a name="tab4" id="tab4"></a></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Tabla 4</b>. Factores de desequilibrio de los cinco gametos en un modelo octoploide con dos alelos por locus. </font><br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> <img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05tab4.jpg" width="562" height="145" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Asimismo, se puede observar que el gameto heteroalélico AAaa es el que tiene mayor desbalance, seguido por los<!-- [et_pb_line_break_holder] --> otros dos gametos heteroalélicos y en menor medida los dos gametos homoalélicos (<a href="#tab4">Tabla 4</a>).<br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> Ahora, siguiendo el mismo principio que para el modelo autotetraploide se procede al cálculo del<!-- [et_pb_line_break_holder] --> equilibrio basado en las frecuencias gaméticas basadas en las frecuencias alélicas, es decir, si vemos la<!-- [et_pb_line_break_holder] --> frecuencia de pA y qa en el modelo autooctoploide (genotipos 2n=8x y gametos n=4x) tenemos lo siguiente:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Si seguimos el mismo principio para la asignación de las frecuencias gaméticas en base a las<!-- [et_pb_line_break_holder] --> frecuencias alélicas de la siguiente generación se tiene para el caso del gameto AAAA lo siguiente: </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for23.jpg" width="468" height="96" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Para el gameto AAAa se deriva de la siguiente manera: </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for24.jpg" width="483" height="82" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Ahora para el gameto AAaa se deriva de la siguiente manera:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for25.jpg" width="435" height="75" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Siguiendo con el gameto Aaaa se obtiene lo siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for26.jpg" width="419" height="78" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Finalmente, para el gameto aaaa se tiene lo siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for27.jpg" width="475" height="79" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Es decir, se mantiene el equilibrio siempre y cuando se utilicen las frecuencias gaméticas basadas en las frecuencias<!-- [et_pb_line_break_holder] --> alélicas y también las frecuencias alélicas se mantienen en equilibrio considerando que el genotipo AAAAAAAA tiene<!-- [et_pb_line_break_holder] --> sólo alelos A y aaaaaaaa tiene sólo alelos a, mientras que el genotipo AAAAAAAa tiene ⅞ del alelo A y ⅛ del alelo a y<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Aaaaaaaa tiene ⅛ del alelo A y ⅞ del alelo a, el genotipo AAAAAAaa ¾ del alelo A y ¼ del alelo a y AAaaaaaa tiene ¼<!-- [et_pb_line_break_holder] --> del alelo A y ¾ del alelo a, el genotipo AAAAAaaa tiene ⅝ del alelo A y ⅜ del alelo a y el genotipo AAAaaaaa tiene ⅜<!-- [et_pb_line_break_holder] -->del alelo A y ⅝ del alelo a finalmente el genotipo AAAAaaaa tiene ½ de cada uno de los alelos. </font><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Por tanto, el cálculo de la frecuencia alélica para el alelo A es el siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for28.jpg" width="493" height="87" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> De manera análoga para el cálculo de la frecuencia del alelo a es la siguiente:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for29.jpg" width="504" height="75" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Al igual que en el caso anterior se mantiene el equilibrio HW, es decir, el equilibrio alélico, gamético y genotípico se<!-- [et_pb_line_break_holder] --> mantiene siempre y cuando se estén utilizando las frecuencias gaméticas basadas en las frecuencias alélicas. De otra forma<!-- [et_pb_line_break_holder] --> se estaría extrapolando un modelo diploide de un locus con alelos múltiples y con su obvio desequilibrio HW que eso<!-- [et_pb_line_break_holder] -->conlleva.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font face="Arial, Helvetica, sans-serif"><b><font size="3">DESARROLLO DE LA GENERALIZACIÓN DEL EQUILIBRIO HW</font></b></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Como se habrá notado en los desarrollos anteriores el equilibrio HW se mantiene utilizando las frecuencias alélicas.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Además, se pudo notar que al duplicar el nivel de ploidía, las frecuencias gaméticas de los autotetraploides son iguales a<!-- [et_pb_line_break_holder] --> las frecuencias genotípicas de los diploides y las frecuencias gaméticas de los autooctoploides son iguales a las frecuencias<!-- [et_pb_line_break_holder] --> genotípicas de los autotetraploides por lo que se puede resumir el cálculo de las frecuencias genotípicas del modelo de<!-- [et_pb_line_break_holder] --> dos alelos por locus con las formulas expuestas en la <a href="#tab5">Tabla 5</a>.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><a name="tab5" id="tab5"></a></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <b>Tabla 5</b>. Fórmulas para el cálculo de frecuencias genotípicas a partir de las frecuencias alélicas modelo de dos alelos por <!-- [et_pb_line_break_holder] -->locus en diferentes niveles de ploidía.</font><br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05tab5.jpg" width="557" height="142" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Esto significa que la suma de las frecuencias alélicas debe ser elevada al exponente del nivel de ploidía que se esté analizando<!-- [et_pb_line_break_holder] --> y con esto se obtienen las frecuencias genotípicas y como se demostró anteriormente se alcanza el equilibrio HW.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> Y se puede tomar la generalización de la fórmula del equilibrio HW desarrollada por Haldane (1930) y esta puede<!-- [et_pb_line_break_holder] --> ser utilizada sin importar su nivel de ploidía ni el número de alelos mediante la siguiente expresión:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for30.jpg" width="68" height="62" /><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Donde k= número de alelos por locus y C= Nivel de ploidía. </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">Esto es válido siempre y cuando se trate de autopoliploides de reproducción sexual.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Sin embargo, la dificultad es que para modelos multialélicos es difícil encontrar una única solución como si lo puede<!-- [et_pb_line_break_holder] --> haber para diploides mediante la fórmula:</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for31.jpg" width="260" height="70" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Debido a que los coeficientes son diferentes dependiendo de cuantos alelos tengan repetidos en el genotipo y cuantos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> sean diferentes, pudiendo tener uno, dos, tres o cuatro alelos diferentes, un autotetraploide y entre uno y ocho alelos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> diferentes un autooctoploide y hay que hacer el cálculo específico para cada uno de ellos.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Por ejemplo, para el caso de un autotetraploide tendríamos que la generalización sería </font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for32.jpg" width="491" height="108" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Y para el caso de un modelo autooctoploide se derivaría lo siguiente</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p align="center"><img src="https://sag.org.ar/jbag/wp-content/uploads/2019/11/XXIX1a05for33.jpg" width="490" height="574" /></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> DISCUSIÓN</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> Como se pudo observar el equilibrio HW en<!-- [et_pb_line_break_holder] --> autopoliploides debe ser calculado por métodos apropiados<!-- [et_pb_line_break_holder] --> para no tener un desequilibrio por generalizar la estructura<!-- [et_pb_line_break_holder] --> de un modelo diploide. Esto es importante porque muchos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> análisis genéticos se basan en el equilibrio HW, desde el<!-- [et_pb_line_break_holder] --> cálculo de frecuencias genotípicas y heterocigocidad así<!-- [et_pb_line_break_holder] --> como las pruebas F (FST, FIT y FIS) de Wright (Wright,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 1949; 1965), el estadístico GST de Nei (1973) y los métodos<!-- [et_pb_line_break_holder] --> bayesianos (Pritchard et al., 2000; Falush et al., 2003).<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> Haldane (1930) desarrolló las bases para la generalización<!-- [et_pb_line_break_holder] --> de la ley del equilibrio HW para poliploides, las cuales<!-- [et_pb_line_break_holder] --> también fueron revisadas y ampliadas por Wright (1938),<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Fisher y Mather (1942), Fisher (1941; 1943) y Little (1945).<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Más recientemente Moody et al. (1993) desarrollaron<!-- [et_pb_line_break_holder] --> la teoría completa sobre el cálculo de varios parámetros<!-- [et_pb_line_break_holder] --> genéticos en autotetraploides; desarrollos similares fueron<!-- [et_pb_line_break_holder] --> obtenidos por Vargas (2000) también para tetraploides. No<!-- [et_pb_line_break_holder] --> obstante, el asunto sigue siendo de interés por no generar<!-- [et_pb_line_break_holder] --> aún los algoritmos para cualquier tipo de ploidía en los<!-- [et_pb_line_break_holder] --> programas actuales de análisis genético (Dufresne et al.,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 2014).<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <br /><!-- [et_pb_line_break_holder] --> La ley del equilibrio HW es una buena herramienta para<!-- [et_pb_line_break_holder] --> estimar las frecuencias genotípicas, la heterocigocidad y ser<!-- [et_pb_line_break_holder] --> el soporte de las otras pruebas genéticas antes mencionadas.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Si se están calculando las frecuencias genotípicas de<!-- [et_pb_line_break_holder] --> poliploides de manera incorrecta con el modelo diploide,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> entonces todos los cálculos de parámetros genéticos están<!-- [et_pb_line_break_holder] --> sesgados, lo que puede traducirse en una mala interpretación </font><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif">de la genética de poblaciones propia para estas poblaciones<!-- [et_pb_line_break_holder] --> poliploides, es decir, si su cálculo se hace con el modelo de<!-- [et_pb_line_break_holder] --> ploidía adecuado entonces se puede mantener el equilibrio,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> si no se hace así y se generaliza el modelo diploide, lleva a<!-- [et_pb_line_break_holder] --> tener un desequilibrio HW por hacer mal uso del modelo<!-- [et_pb_line_break_holder] --> apropiado y no por desequilibrios que pueden darse de<!-- [et_pb_line_break_holder] --> manera natural por mutación, selección o deriva genética<!-- [et_pb_line_break_holder] -->(Stern, 1943).</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><b><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif">AGRADECIMIENTOS</font></b></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> A la Universidad de Guanajuato por el financiamiento<!-- [et_pb_line_break_holder] --> mediante el proyecto CIFOREA 012/2015. Asimismo, se<!-- [et_pb_line_break_holder] --> agradece al PRODEP por el financiamiento mediante el<!-- [et_pb_line_break_holder] --> proyecto DSA/103.5/15/7007.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="3" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> <font size="2"><b>BIBLIOGRAFÍA</b></font></font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 1. Correns C. (1900) G. Mendels Regel Über das Verhalten<!-- [et_pb_line_break_holder] --> der Nachkommenschaft der Rassenbastarde. Berichte<!-- [et_pb_line_break_holder] --> der Deutschen Botanischen Gesellschaft 18: 158-168.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <a href="http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/holdings/c/cc-00.pdf" target="_blank">http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/holdings/c/cc-00.pdf</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 2. Crow J.F. (1988) Eighty Years Ago: The Beginnings of<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Population Genetics. Genetics 119 (3): 473-476.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> <a href="http://www.genetics.org/content/119/3/473" target="_blank">http://www.genetics.org/content/119/3/473</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 3. Crow J.F. (1999) Hardy, Weinberg and Language<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Impediments. Genetics 152 (3): 821-825. <a href="http://www.genetics.org/content/152/3/821" target="_blank">http://www.genetics.org/content/152/3/821</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 4. De Vries H. (1900) Sur la loi de disjonction des hybrides.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Comptes Rendus de l’Academie des Sciences (Paris),<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 130: 845-847. <a href="http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/holdings/v/hdv-00.pdf" target="_blank">http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/holdings/v/hdv-00.pdf</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 5. De Vries H. (1902) The Origin of Species by Mutation.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Science 15 (384): 721-729. <a href="http://www.jstor.org/stable/1629679" target="_blank">http://www.jstor.org/stable/1629679</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 6. Dufresne F., Stift M., Vergilino R., Mable B.K. (2014)<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Recent Progress and Challenges in Population<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Genetics of Polyploids Organisms: An Overview of<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Current State-of-the-Art Molecular and Statistical<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Tools. Molecular Ecology 23: 40-69. DOI: 10.1111/<!-- [et_pb_line_break_holder] --> mec.12581.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 7. Falush D., Stephens M., Pritchard J.K. (2003) Inference<!-- [et_pb_line_break_holder] --> of Population Structure Using Multilocus Genotype<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Data: Linked Loci and Correlated Allele Frequencies.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Genetics 164 (4): 1567-1587. <a href="http://www.genetics.org/content/164/4/1567.full" target="_blank">http://www.genetics.org/content/164/4/1567.full</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 8. Fisher R.A. (1941) The Theoretical Consequences of<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Polyploid inherence for the mid style form of Lythrum<!-- [et_pb_line_break_holder] --> salicaria. Annals of Eugenics 11 (1): 31-38. DOI: 10.1111/<!-- [et_pb_line_break_holder] --> j.1469-1809.1941.tb02268.x.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 9. Fisher R.A. (1943) Allowance for Double Reduction in the<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Calculation of Genotype Frequencies with Polysomic<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Inherence. Annals of Eugenics 12 (1): 169-171. DOI:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 10.1111/j.1469-1809.1943.tb02320.x.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 10. Fisher R.A., Mather K. (1942) Polyploid inherence in Lythrum<!-- [et_pb_line_break_holder] --> salicaria. Nature 150: 143. DOI:10.1038/150430a0.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif">11. Haldane J.B.S. (1930) Theoretical genetics of<!-- [et_pb_line_break_holder] --> autopolyploids. Journal of Genetics 22 (3): 359-372.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> DOI: 10.1007/BF02984197.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 12. Hardy G.H. (1908) Mendelian Proportion in a Mixed<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Populations. Science 28 (706): 49-50. <a href="http://www.jstor.org/stable/1636004" target="_blank">http://www.jstor.org/stable/1636004</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 13. Little T.M. (1945) Gene Segregation in Autotetraploids.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Botanical Review 11 (1): 60-85. <a href="http://www.jstor.org/stable/4353314" target="_blank">http://www.jstor.org/stable/4353314</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 14. Mendel G. (1866) Versuche über pflanzen-hybriden.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Verhandlungen des naturforschenden Vereines in<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Brünn 4: 3-47. <a href="http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/gm-65.pdf" target="_blank">http://www.esp.org/foundations/genetics/classical/gm-65.pdf</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 15. Moody M.E., Muller L.D., Soltis D.E. (1993) Genetic<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Variation and Random Drift in Autotetraploid<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Populations. Genetics 134 (2): 649-657. <a href="http://www.genetics.org/content/134/2/649" target="_blank">http://www.genetics.org/content/134/2/649</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 16. Morgan T.H., Sturtevant A.H., Muller H.J., Bridges C.B.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> (1915) The Mechanism of Mendelian Heredity. New<!-- [et_pb_line_break_holder] --> York, Henry Holt and Company.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 17. Nei M. (1973) Analysis of Gene Diversity in Subdivided<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Populations. Proceedings of the National Academy of<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Science of U.S. 70 (12): 3321-3323. DOI: 10.1073/<!-- [et_pb_line_break_holder] --> pnas.70.12.3321.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 18. Peakall R., Smouse P.E. (2012) GenAlEx 6.5: genetic<!-- [et_pb_line_break_holder] --> analysis in Excel. Population genetic software for<!-- [et_pb_line_break_holder] --> teaching and research-an update. Bioinformatics 28:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 2537-2539. DOI: 10.1093/bioinformatics/bts460.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 19. Pritchard J.K., Stephens M., Donnelly P. 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(1908) Über Vererbungsgesetze beim<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Menschen. Zeitschrift für Induktive Abstammungsund<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Vererbungslehre 1 (1): 440-460. DOI: 10.1007/<!-- [et_pb_line_break_holder] --> BF01990626.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 23. Wright S. (1938) The Distribution of Gene Frequencies in<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Populations of Polyploids. Proceedings of the National<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Academy of Sciences of the United States of America<!-- [et_pb_line_break_holder] --> 24 (9): 372-377. <a href="http://www.jstor.org/stable/86892" target="_blank">http://www.jstor.org/stable/86892</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 24. Wright S. (1949) The Genetical Structure of Populations.<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Annual of Eugenics 15 (1): 323-354. DOI: 10.1111/<!-- [et_pb_line_break_holder] --> j.1469-1809.1949.tb02451.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 25. Wright S. (1965) The Interpretation of Population<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Structure by F-Statistics with Special Regard to<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Systems of Mating. Evolution 19 (3): 395-420. <a href="http://www.jstor.org/stable/2406450" target="_blank">http://www.jstor.org/stable/2406450</a>.</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --><p><font size="2" face="Arial, Helvetica, sans-serif"> 26. Yeh F.C., Yang R., Boyle T. (1999) POPGENE version 1.31,<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Microsoft Window-based Freeware for Population<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Genetic Analysis, Quick User Guide. Edmonton:<!-- [et_pb_line_break_holder] --> University of Alberta and Centre for International<!-- [et_pb_line_break_holder] --> Forestry Research</font></p><!-- [et_pb_line_break_holder] --></body><!-- [et_pb_line_break_holder] --></html>
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